Bando
De orden del Señor alcalde, se hace saber:
Ha llegado a manos de mi excelentísima Autoridad un libro del eminentísimo filósofo Friedrich Nietzsche titulado Die fröhliche Wissenschaft, para aquellos que no estén iniciados insigne lengua alemana, les diré que se ha traducido al español por el nombre de “La Gaya Ciencia”. En el he podido leer, no sin asombro y turbación, la siguiente frase: “Dios ha muerto”.
Queridos vecinos, no se inquieten, que, ante tan inmensa pérdida, este honorable alcalde, en el uso de las atribuciones que le confiere, el fuero regio de nuestro ilustre rey Hermenegildo, dicta las siguientes ordenanzas municipales:
Primera:
Se declaran cuarenta días de luto, a contar desde el día de hoy, en los que la bandera ondeará a media asta.
Segunda:
La Iglesia parroquial de santa Leocadia, dejará de rendir culto a Dios y se convertirá en un centro de usos múltiples.
Tercera:
Con el fin de no dejar a nadie en la indigencia, este Ayuntamiento valorará concienzudamente, si el hasta ahora párroco de la Villa, tiene alguna posibilidad de ser reinsertado en el mundo laboral. (Que de todos es sabido que nunca ha doblado el lomo).
Cuarta:
Ante el irrefutable pensamiento del eminente filósofo Nietzsche, del cual no cabe duda. Se prohíbe toda nueva creencia y ritual que sustituya al Dios muerto. Si algún honor, hay que rendir, es a mi Autoridad, que siempre ha sido y será un padre para todos los vecinos.
Dado, en la Ilustre Villa de Hermenegíldez, el día cero del año cero de la nueva era que comienza.
El honorable y excelentísimo señor alcalde.
Torcuato Mirández-Pérez de Fontán y Sánchez-Hermenegíldez de Ripoll.